Masterclass La salud mental es colectiva, no individual.
Hola, muy buenos días a todos. Sean bienvenidos a esta masterclass titulada La salud mental es colectiva, no individual. Es un gusto contar con su participación y les damos la más cordial bienvenida. Para dar inicio a esta sesión tengo el honor de presentar a nuestro invitado especial, doctor Rugilio Ricardo Trujillo Correa, perdón, experto en el tema. Antes de empezar, permítanme compartir con ustedes una breve reseña curricular. Dr. Ricardo Trujillo Correa es académico de tiempo completo en la Facultad de Psicología, profesor en Suayet, Istacala y en la especialidad de comunicación, criminología y poder. Licenciado en psicología industrial, maestro en psicología clínica y doctor en educación. Ha impartido más de 90 cursos en psicología organizacional, social, salud e investigación cualitativa. Ponente en más de 80 eventos académicos y con más de 250 entrevistas en medios. Fue consejero técnico, coordinador de procesos psicosociales y actualmente es consejero del CAPU en la especialidad de comunicación, criminología y poder. Sin duda, una gran trayectoria, doctor. Es un honor escucharle. Así que les cedo con gusto la cámara y micrófono. Adelante. Gracias, un gusto estar aquí con ustedes y obviamente compartir una serie de experiencias. Pues nada más faltó en mi currículum poner que vendo tamales los domingos y que también me salen muy ricos. Bueno, pues generalmente aquí hay algo muy interesante que podríamos empezar a decir. Han escuchado que alguien de repente ha sido diagnosticado con un trastorno en salud mental y de repente han preocupado por decir, “Chin, ¿cuál será el mejor tratamiento, la mejor intervención? ¿Cómo es que podríamos hacerlo? Es que le dijeron que tiene esquizofrenia, tiene depresión, tiene ansiedad, tiene TDA. Entonces, a lo mejor esta conferencia, sean psicólogos o no, puede ser de su interés para conocer qué es lo que está sucediendo hoy en día. Me parece que estamos en un cambio, en un cambio muy importante. estamos eh haciendo una modificación de las prácticas terapéuticas en salud mental hoy en día y es importante que la población en general y también los psicólogos, porque también luego los psicólogos no están enterados, nos informemos de esto porque esto va a permitir entonces que tengamos un abordaje, me parece, mucho más serio y más directo al respecto de lo que es la salud mental y cambia mucho la concepción que hemos tenido, la forma como se trabajó desde el siglo XIX y siglo XX. 20, pues ya no es la misma como la que se debe trabajar hoy en día. Y esto implicará, por ejemplo, a lo mejor ustedes escucharon que los hospitales psiquiátricos están empezando a cerrar en México. Por ahí unos alumnos de una universidad privada me decían, “Ay, es que qué horror, seguramente López Obrador hizo esto y está loco.” Bueno, la verdad, les decía, esa iniciativa venía desde el gobierno de Peña Nieto y venía desde el gobierno de Peña Nieto impulsada por la Organización Mundial de la Salud. Entonces, aquí no estamos ante un evento ideológico en el sentido de izquierdas o derechas, sino un cambio de concepción en el manejo de la salud mental. Y les voy a dar aquí un ejemplo, uno de mis ejemplos favoritos. No se los voy a comentar así muy largo, solamente muy breve para que tengan aquí una idea muy general. Sofía, es este es un caso real. Una mujer chilena que presenta un cuadro de psicosis, vive con su madre, su madre tiene una incapacidad y bueno, Sofía es quien la cuida. Sofía tiene cuatro hermanos, no viven con ella, ellas ellos viven en otro lado y este de repente sale con sus amigas de viaje a a una práctica de Aikido y es cuando empieza a presentar desorganización psíquica y conductual alucinaciones auditivas en osteopatías, interpretaciones delirantes del entorno e ideas de tinte megalomano. Evidentemente, pues es llevado a un hospital psiquiátrico, se le tiene ahí durante 11 días, se le da un tratamiento farmacológico, responde al tratamiento farmacológico, sale a los 11 días, se le manda a su casa, se le recomienda psicoterapia y parece que cumple con el tratamiento sin ningún problema. ¿Cómo ven? ¿Está bien? No, parece que si tomamos en consideración esta forma de abordaje de este cuadro de una mujer que presenta esquizofrenia, pues no tendríamos ningún problema. Podríamos decir en este caso que estuvo bien atendido. Sin embargo, nos quedamos justamente con la mitad de la película. El problema no va a ser en este caso la forma de intervención el tratamiento, sino el problema va a ser justamente todo lo que va a acontecer después de ello. Y entonces hay elementos que generalmente nosotros no vemos cuando intervenimos en salud mental a nuestros pacientes. Y tengo muchos ejemplos, ahorita les cuento un ejemplo de una paciente mía real donde efectivamente esto se confirma. Encontramos que va a haber estereotipos de género que influyen en la situación de Sofía. Ella, por ejemplo, está cuidando a la mamá, que también tiene una discapacidad. Los hermanos se desentendieron y luego de repente cuando regresa eh a su casa tiene que cuidar a la mamá, tiene que buscar trabajo, tiene que mantenerse, etcétera, etcétera. Y eso le limita mucho las posibilidades. A diferencia de sus hermanos que por esta, digamos, visión un poco más patriarcal o machista, bueno, pues no se encargan directamente de ella y y o de la mamá, entonces le dejan totalmente la responsabilidad. Entonces ahí hay una límite, hay una capa de vulnerabilidad que no consideramos a la hora de que la regresamos a la sociedad. Luego está el estigma sobre los padecimientos mentales que afecta a Sofía. Ella, por ejemplo, en el momento que regresa a la escuela, la escuela le dice, “¿Qué crees? No tenemos la infraestructura para tener gente como tú.” Así, tal cual. no tenemos la infraestructura para tener gente como tú y por lo tanto no te vamos a poder atender. Este y entonces ahí hay un estigma que empieza una segregación, ya no se le conoce como Sofía, sino se le conoce con la esquizofrénica y por lo tanto, pues aquí hay en este caso una problematización por lo que implica la categoría o la etiqueta y luego el modelo de atención de salud falla en educar a la familia e intervenir socialmente. En el momento que el modelo de salud agarra y la regresa, no hay una intervención comunitaria, no hay un sistema educativo con la familia ni con su comunidad, no se crean redes de apoyo alrededor. Entonces, lo que le espera es la segregación, la criminalización, el estigma, le espera también la discapacidad, porque también a lo mejor ustedes todavía no lo saben, pero es importante que vayan informándose, cuando toman un antipsicótico, un antidepresivo, un ansiolítico, el doctor les recomienda que puede ser la mejor opción, pero estos generalmente tienen consecuencias a mediano y largo plazo. Eh, a nivel cognitivo, ¿va a haber un deterioro cognitivo cuando ustedes empiecen a tomar ese tipo de medicamentos? y además aparecen eventos secundarios, eh lo que le llamamos síntomas secundarios y y esto, por supuesto, genera toda una problemática que va a hacer que con el tiempo Sofía, lejos de generar un desarrollo personal, una integración con su sociedad, que efectivamente haya un proceso de salud mental, va a haber un decrecimiento poco a poco lento, pero constante hasta que vaya perdiendo totalmente la autonomía. Entonces, por ejemplo, podríamos decir a partir de ese caso de Sofía, ahí está el artículo, si lo quieren buscar, está muy bonito el artículo, se lo recomiendo mucho. Bu y Luna en el 2021. Ahí lo que se muestra efectivamente es que el sistema de salud falló. Parecía que estábamos haciendo bien las cosas, pero en realidad estamos atendiendo equivocadamente. Aquí hay otro ejemplo, Henrix lo habla, de que efectivamente llega una persona y viene con una alucinación y la intervención de nosotros como salud mental es quitarle la alucinación como cuando te quitan la gripa, te quitan de repente la fiebre, te quitan los síntomas, pero en realidad no están quitando realmente lo que la problemática va a generar. El hecho de tener, por ejemplo, una condición, y así lo llamo, de ser una persona con una condición con esquizofrenia, en realidad eh nos dice Henrixen, su verdadero problema no va a ser eso. Su verdadero problema va a ser lo que le va a pasar después con nosotros cuando lo recibamos a la sociedad, porque vamos a intentar a segregarlo, nos va a parecer diferente, no vamos a tratarlo como una persona regular. Y hay un cortometraje muy bonito ahí que se llama Votamos, publicado en el país, donde efectivamente se habla de esta problemática de cómo de repente cuando una persona se sabe por parte de la comunidad que tiene una condición de esquizofrenia, inmediatamente nuestro trato cambia totalmente. La forma como lo integramos a la sociedad es totalmente diferente y esto en sí mismo nos lleva a otro tipo de problemáticas que no generalmente se visibilizan, al contrario, se invisibilizan. Aquí tengo un ejemplo que no pensaba yo que fuera tan vigente hoy en día, es un ejemplo también real. El autor es Helvich y Jabar del 2022, donde encuentran que la Organización Mundial de la Salud, fíjense, todavía cuando no explotaba el conflicto Israel Palestina, la Organización Mundial de la Salud empieza a detectar una prevalencia inusual de síntomas de esquizofrenia paranoide en Palestina. ¿Por qué? porque los doctores llegaban allá y les decía, “Bueno, muy bien. Para poder atenderlo necesito que por favor me dé su número telefónico y sus datos de identificación.” Y la mayoría de los palestinos les decía, “No, no, perdón, no puedo darle esa información porque, ¿qué cree? Me están vigilando en este momento. Estoy siendo escuchado y estoy siendo perseguido. Por eso entonces no le puedo dar esa información. Fíjense qué grave. Los doctores asumieron que estaban ante una prevalencia de esquizofrenia paranoide y que además había un brote de esquizofrenia paranoide cuando no se estaban dando cuenta que lo que en realidad estaba sucediendo era real. efectivamente tenían esa esa sensación de persecución porque estaban siendo perseguidos efectivamente. Y bueno, vemos como esto que lo comentaba hace 3 años hoy en día tiene una connotación totalmente diferente. Entonces, efectivamente, vemos como a lo mejor nuestro propio paradigma en salud mental, tendiendo a individualizar el síntoma, el sufrimiento, la patología como un problema mental o como un problema cerebral, estamos dejando de ver muchas otras cosas y estamos entonces atendiendo equivocadamente. Vanos también nos da otro ejemplo cuando nos dice, “Les vamos a dar un enfoque integral, un tratamiento con enfoque integral.” Y lo que se da cuenta es que en realidad las distintas disciplinas cuando trabajan integralmente no dialogan entre sí, no trabajan entre sí. Si yo de repente te digo, voy a tener un médico, un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador social y un abogado trabajando contigo de manera integral, cada quien lo hace desde su paradigma, desde su perspectiva y no existe en realidad un diálogo integral entre las disciplinas. Eso hace entonces que la atención sea deficiente, que en realidad cada quien haga lo que pueda con lo que tiene y con lo que sabe. Entonces en realidad no estamos trayendo salud mental. Este ejemplo de Nole del 2012 también me pareció muy significativo. Tengo muchos, pero con este cierro para que les vaya mostrando cómo hay muy serias deficiencias en la atención en salud mental. es un adolescente que incluso salió en los en los medios de comunicación en Estados Unidos porque intenta suicidarse y entonces es llevado a un hospital psiquiátrico. En los medios de comunicación se dice, “Bueno, lo que pasa es que ya tenía una condición de repente de trastornos de ansiedad y de depresión. Ya estaba tomando medicamentos y todo esto y la verdad pues es que es una una adolescente frágil. Así es como se le conoce, así en este caso se empieza a llevar una especie de debate público en Estados Unidos de ya ven como la adolescencia, las drogas y el hecho de que no sean eh adolescentes más fuertes está generando estos problemas y de repente pues todos nos quedamos ahí contentos, pero no le dice, “No, espérate, a mí hay algo que no me está cuadrando. Va y investiga directamente el caso y hay toda una historia que se invisibiliza, toda una historia que no se comenta. Resulta que la familia agredía y consideraba y constantemente le decía al adolescente frágil que en realidad la tuvieron por error, que hubiera sido mejor que no lo hubieran tenido en su vida. Es decir, había un contexto de violencia familiar muy fuerte que en realidad no se consideraba a la hora de hacer la evaluación diagnóstica. Por lo tanto, entonces no nos estábamos dando cuenta que no es que el adolescente estuviera frágil, es que vivía en un ambiente de mucha violencia. Por lo tanto, cuando decimos y categorizamos que la paciente tiene un trastorno X, estamos dejando de lado, estamos invisibilizando todo ese tipo de problemáticas. Y eso nos lleva justamente a este libro que me pareció maravilloso, se lo recomiendo mucho, se llama ¿Quién le hacía la cena Adam Smith? Adam Smith, el padre del neoliberalismo o bueno, del liberalismo y después se volvió neoliberalismo. Generalmente hacía una valoración de cómo de repente el trabajo genera productividad y genera riqueza y solamente consideraba aquel trabajo que era justamente el trabajo pagado, el trabajo que producía. Pero en este libro, Catrín Marzal de repente dice, “Oigan, fíjense que a este Adam Smith se le olvidó una cosa, considerar todo el trabajo para que Adam Smith se pueda sentar a escribir su libro La riqueza de las naciones. Porque imagínense ustedes para que Adam Smith podría ponerse a sentar y a escribir su libro, tenía alguien que cocinarle, tenía alguien que lavarle su ropa, tenía alguien que en este caso coserle sus calzones. Entonces, pues realmente no estaba considerando toda esa otra parte y por lo tanto invisibilizaba una fuerza laboral que no permitía considerarlo dentro de las variables de la economía. Y en esto hace una reflexión muy interesante. No existen autonomías individuales, no existe el esfuerzo individual. Toda autonomía es relacional. para que yo ahorita diga, puedo ser libre y entonces soy independiente. Hay una red de apoyo alrededor, hay una red de abasto que me provee que, por ejemplo, pues hay una red de económica de comida para que yo pueda salir al supermercado y ahorita a comprar las cosas. Hay una red de salud, hay una red de electricidad, hay una red de agua, toda una serie de servicios que me van a proveer a mí la posibilidad de yo sentirme independiente. Y esto nos lleva entonces a una reflexión diferente. Parece que la salud mental no es una cuestión individual, la salud mental es un asunto más colectivo y esto nos lleva entonces, como dice Helv y Jabar, a considerar estos procedimientos de salud mental, porque la comunidad internacional tiende a centrarse en la curación del síntoma desde la perspectiva biomédica y en la individualización de la patología cuando el verdadero problema no está ahí. Parece que el verdadero problema está justamente en cómo vamos a relacionarnos con esa persona, cómo le vamos a dar redes de apoyo. Les voy a hablar brevemente de un caso real mío. Por ejemplo, una mujer extranjera viene a México, se casa con un mexicano, se viene justamente para casarse con este mexicano y de repente llega conmigo y dice, “Es que tengo suicidas.” Y yo de repente digo, “Bueno, a ver, platícame las ideiones suicidas.” Y con el tiempo nos empezamos a dar cuenta porque ella sí se consideraba, es que yo estoy mal, yo estoy enferma, nací mal, tengo un problema porque entonces no debería de sentirme deprimida y triste. Y cuando empezamos a profundizar en el caso, tengo muchos casos así, pero bueno, uno de estos. Cuando empezamos a profundizar en el caso, nos damos cuenta que el marido le había cortado todas las relaciones sociales, las relaciones económicas, le había cortado las posibilidades de salir incluso de la casa. Como ella era extranjera y no sabía y tampoco hablaba bien el idioma, le decía el marido, “No puede salir porque ahí fuera donde veas un graffiti es peligroso en la ciudad de México, pues en todos lados, ¿no? Entonces le había cortado sus amistades, la tenía segregada y eh y obviamente la familia del marido pues también la violentaba. Entonces la habían llevado a un ambiente, a un ámbito, a un contexto donde estaba verdaderamente atrapada. Entonces, justamente es que de repente ella cree que el problema es ella porque no está feliz en la condición de una violencia que ella no podía nombrar ni podía en este caso identificar. Ella creía que el marido estaba haciendo bien y sin embargo este contexto de violencia es la que le estaba llevando a esta situación de desesperación. Entonces, me parece que sí necesitamos cambiar un poco la perspectiva de cómo la psicología originalmente en el siglo XX lo que hace es despolitizar al sujeto. Tendríamos que retirar la psicopatologización del sujeto y de la vida cotidiana que ahorita está muy en boga en los medios de comunicación. Ahorita todo el mundo habla de depresión, de TDA, los tiktokers empiezan a sacar, si tienes depresión, cómo atenderla, 10 pasos para mejorar tu TDA, cuando en realidad pues esto es como si Google te diagnosticara, ¿no? Este, no puedes hacer un diagnóstico por Google o por inteligencia artificial, necesitas ir con un experto para que te dé una valoración. Y desafortunadamente, entonces ya todo el mundo hoy en día trae una etiqueta y hasta parece hasta Fancy, hasta trendy tener hoy día su etiqueta y decir, bueno, pues yo soy diferente porque tengo trastorno de Asperger, que me parece que un día lo dijo esta Jimena Sariñana y ya después se tuvo que desdecir porque es que yo tengo trastorno de Asperger y eso por eso me hace que sea de repente tan brillante mi música y no hombre nada tenía que ver. Simple y sencillamente son una serie de que ya están en los medios de comunicación y que favorecen obviamente que ahora nosotros nos las asumamos y dejemos de ser personas para vivirnos como etiquetas. Este cartón de una caricatura australiana me fascina porque explica muy bien esto que estoy queriendo comentarles, que no es algo que yo diga, la Organización Mundial de la Salud está haciendo un esfuerzo importante para cambiar esta concepción. Fíjense como de repente llegan unos psicólogos y dicen, “Este joven coala tiene un problema mental, tiene un problema y le vamos a diagnosticar ansiedad y depresión. cuando los psicólogos es totalmente invisible para ellos lo que está sucediendo a su alrededor. El problema del Cala no está no es estar ansioso y deprimido. el problema del cual es que ha sido violentado justamente todo su hábitat y por lo tanto entonces nos damos cuenta que los medios de comunicación está muy de moda, enfermedades mentales, el lado oscuro del COVID, eh las consecuencias para la salud mental del distanciamiento físico y evidentemente todo este tipo de elementos de los medios de comunicación pues generan muchas vistas, pero también en este caso tienen muchos cuestionamientos. qué tanto en realidad lo que están diciendo es cierto, es verdadero y no es meramente hecho con el afán. Justamente, como bien dicen el en un medio de comunicación, mi objetivo no es decir la verdad, mi objetivo es que me vean, porque si no me ven, pues entonces yo voy a desaparecer aunque diga la verdad. Y eso efectivamente nos lleva a que empezamos en los medios de comunicación, pues a todo el mundo a hablar de ya tengo el síndrome del impostor. No, el síndrome del impostor sabía que yo lo tenía, solamente que no había encontrado la etiqueta. No, hombre, no tiene mucho fundamento y al contrario, eh, su fundamento real está más basado en la violencia de género, pero pues no voy a profundizar en eso. O cuidado con el síndrome de la cabaña. Y cuando de repente íbamos a salir del confinamiento, empezaron a aparecer los medios de comunicación, ahí viene el síndrome de la cabaña y en el momento que volvamos a conocernos y a interactuar nos vamos a poner ansiosos. Y uno de repente dice, “¿De dónde se sacan tantas enfermedades que no existen? ¿Cuál es la lógica y cuál es la necesidad de favorecer ese tipo de de discursos?” Aquí, por ejemplo, César González Blanch, un psicólogo famoso español, de repente se reía un poco de esto porque sale en Antena Noticias. El síndrome de la cara vacía. Los psicólogos alertan de este problema ante el fin del uso obligatorio de la mascarilla en exteriores el próximo 26 de junio. Esta idea muy boba, pero pues se popularizó de que en el momento que de repente nos quitemos la mascarilla, pues ahora nos vamos a poner ansiosos porque no estábamos acostumbrados a vivir así con mascarilla y ya no identificábamos rostros. Y entonces César González Blanch se ríe y dice, “El famoso síndrome de los psicólogos alertan. Porque justamente entonces estamos favoreciendo un discurso que no es cierto, que no es verdadero. Incluso psicólogos de la misma UNAM dan entrevistas a medios de comunicación diciendo, “Sí, efectivamente, el síndrome de la cabaña.” Y uno se pone investigar seriamente que es eso el síndrome de la cabaña y no tiene mucho fundamento, no tiene mucho asidero, no tiene mucha investigación. Entonces, tendríamos que cuestionarnos por qué popularizar este tipo de cosas. Y entonces aquí la gran crítica que se hace, pues estamos parece que en psicología y en salud mental estudiando Robinson Cruzó, que es este discurso del individualidad donde solamente el individuo se emancipa por sí solito sin tener en cuenta que también requiere de redes de apoyo para poder emanciparse. Entonces, nadie es solitario e individual, sino que todos estamos en un conjunto de relaciones. Y ese conjunto de relaciones va a ser lo que nos va a ayudar de repente a poder desarrollarnos, no solamente nosotros mismos, que por supuesto el esfuerzo propio sí sirve, pero en sí mismo, por puro esfuerzo propio, yo no la voy a hacer. Si no tengo las condiciones dadas y los contextos dados, va a ser muy difícil y si lo llego a hacer, voy a hacer una minoría estadística de ese proceso. Fíjense aquí otro ejemplo de cómo en psicología individualizamos todo. Estos dos artículos me llamaron muchísimo la atención ahora con lo que ocurrió del COVID. 2400, no, perdón, 24,693 artículos científicos que salieron en el 2020 alrededor del COVID. La mayoría decía, “Estamos diagnosticando depresión y ansiedad porque todos nos fuimos a confinamiento.” ¿Qué es lo que dijeron la mayoría? ¿Qué creen? No se me había ocurrido, pero todos tenemos mayor depresión de ansiedad y trastorno estrés postraumático. Pues claro, pues estamos en una situación de vulnerabilidad donde no tenemos sistema de salud sólido, no tenemos un sistema laboral, corremos la posibilidad de que no podemos traerle trabajo o dinero a la casa, a la familia, pues claro que nos sentimos entonces ansiosos y deprimidos. Y lo más chistoso es que la mayoría de los artículos, lo dice el artículo de Chu, Vega, Arce y Jo, la mayoría de los artículos terminaban diciendo, y ojalá esperamos que esta información sirva para que entonces se hagan políticas públicas necesarias. Es decir, el psicólogo no se involucró absolutamente nada más que en llegar a la genial conclusión de que había aumentado la depresión y la ansiedad. Uno tendría que estudiar 8 años, 10 años psicología hasta el doctorado para eso. Me parece que no. Y aquí, por ejemplo, lo esto este ejemplo me gusta mucho. Es un experimento mental que propone Jan Parken en su libro de Construyendo la psicopatología. Y fíjense, es algo muy interesante. Hagan de cuenta ustedes que solamente se ha borrado la humanidad del universo y solamente existen dos personas. Uno que tiene psicosis y una persona que no. El que tiene psicosis está viendo al marcianito que está en medio y la persona que no tiene psicosis no. Y la tarea se trata de esta, tienen que ponerse ellos dos a debatir quién es el sano y quién es el enfermo mental, porque de eso entonces tendrás el control del universo. Quien gana el debate tiene el control del universo. Y entonces imagínense ustedes este debate, estaría padre. El psicótico dice, “Yo estoy sano porque el hecho de que vea a este marcianito no quiere decir que no sea real.” Y la otra persona diría, la mujer diría, “No es cierto, eso que está ahí no existe porque no es real, solamente está en tu cabeza y lo estás viendo.” Y entonces dice el otro, el que alucina, dice, “¿Y quién te dice que esto que está aquí no es real?” que es el argumento de Dumbledor a Harry Potter en el último libro que justamente le da el hecho de que esté en tu cabeza por qué quiere decir que no es real y además en este caso pues tendríamos que seguir debatiendo y y porque eso sería enfermedad, ¿no? ¿Cuál es tu lógica y cuál es tu criterio para decir que yo estoy enfermo? Si aunque estoy viendo algo que tú no estás viendo, independientemente de que tú no lo veas, eso no quiere decir que yo tenga una relación con eso. Entonces, para no hacerles el cuento largo, Yan Parker dice, “En realidad sí sucede ese debate en la sociedad y sí resolvemos ese problema, pero con mayoría. Como la mayoría de las personas no alucinamos, luego entonces a las personas que alucinan las confinamos, las llevamos a un hospital psiquiátrico y pensamos que son peligrosas.” Cuando en realidad las personas que tienen esta condición de alucinaciones, por ejemplo, esquizofrénicas, esta idea que tenemos así de que como me va a perseguir, me va a matar con una cuerda o trae una sierra y me en realidad tiene mucho que ver con el prejuicio que nos han generado las películas, los medios de comunicación. Una persona con una condición de esquizofrenia ha ganado. Hay, por ejemplo, John Nash, Premio Nobel de economía, tenía esa condición de esquizofrenia. Vean la película Bellez. Mente brillante, me parece, se llama, y ahí de repente se muestra, claro, un poco como que exageran lo que le había pasado. Mucho de eso en realidad no había ocurrido tan exagerado, pero en realidad efectivamente una persona como esta puede estar entre ustedes y no darse cuenta porque no necesariamente es una persona peligrosa. Yo conozco gente que no alucina, que es verdaderamente peligrosa y me da mucho más miedo que una persona que alucina. Entonces habría que ver y dice Jan Park, ¿cómo resolvemos esto? Pues con mayoría. Imagínense ustedes que la mayoría de las personas en el mundo tuviéramos alucinaciones. ¿Qué qué es lo que sucedería? ¿Seríamos como Black Panther en Wakanda, que ya ven que de repente ellos dialogan mucho con sus ancestros? Pues resultaría que armaríamos una cultura alrededor de la alucinación y al contrario, las personas que no alucinen se nos harían peligrosas porque se nos harían diferentes porque no tienen ese espíritu que los va cuidando y los va protegiendo y los va aconsejando y por lo tanto eso los hace personas más impulsivas. Luego entonces vamos a agarrar a todas las personas que no alucinen y los vamos a meter en un confinamiento. ¿Les queda clara la idea de cómo entonces lo que se está proponiendo desde esta perspectiva? Es un replanteamiento de lo que entendemos como salud y enfermedad mental. Y además tenemos este grave problema. Parece que en realidad la definición que tenemos de salud mental pues es muy débil. esta idea de que el completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o debilidad y nos vamos de repente a bienestar y el estado de bienestar dice es un estado de felicidad, salud y prosperidad. Por lo tanto, Pritmore nos dice son conceptos circulares, ¿no? En realidad tenemos una definición teórica sólida. Es más bien idea, una un ideal que nadie en este caso cumple. Nadie está completamente en un bienestar físico, mental y social. Y también el problema de la definición de trastorno. A grandes rasgos, para no tomarme mucho tiempo, parece que la definición de trastorno en el fondo tiene que ver con una idea muy sencilla, desviación. Entonces, si hace 50 años consideramos a la homosexualidad como una desviación y por lo tanto como una patología solamente porque no estaba no era heteronormativo, pues hoy en día estamos cometiendo el mismo error, considerando que una persona la categorizamos como un trastorno porque tiene una desviación del comportamiento productivista o normalizado. Entonces, como lo dice este Sabater, pues parece que es más un problema de moral que un problema realmente de ciencia. Y hay muchos elementos para empezar a pensar esto. Por ejemplo, Timimi tiene un artículo bien bonito, se los recomiendo. Ahí está Timimi 2021, lo pueden buscar cuando dice, pues parece que la depresión en realidad parece un diagnóstico explicativo, pero en realidad es un diagnóstico descriptivo. Cuando decimos que una persona tiene depresión, pues decimos que tiene un bajo estado de ánimo, un pensamiento negativo, pero una descripción no puede explicarse a sí misma. utilizar la depresión para explicar un bajo estado de ánimo es como decir que el dolor que tengo en la cabeza está causado por un dolor de cabeza. Es decir, parece que también la depresión en a veces de repente yo lo primero que trabajo con mis pacientes es, no, espérate, no estás deprimido, estás triste y qué crees se me hace muy lógico y normal a partir de lo que has pasado. No, pero es que entonces tengo una patología de depresión porque ya pasó más de un mes. No, no, no. se me hace perfectamente lógico y normal lo que estás sintiendo. Y desde ahí empezamos a trabajar eh terapéuticamente, desde quitarse la idea de que es una persona enferma, porque en ese momento en que ya se considera como una persona enferma, también su proceso de curación varía, es totalmente diferente. Y en este caso, yo, por ejemplo, me gusta mucho la serie de Breaking Bat. ¿Se acuerdan de la serie de Breaking Bat? una serie muy bonita donde de repente Walter Wild de repente les dice a sus amigos, “Yo no quería decirles que tenía cáncer porque me van a dejar de tratar como persona y ahora me van a tratar como un canceroso.” Y sí, tengo esta enfermedad, pero no quiero que me traten como una persona que tiene cáncer, quiero que me traten como una persona normal. Y tiene mucha razón porque efectivamente los diagnósticos no necesariamente tienen tanta solidez teórica y parece que en este caso lejos de favorecer a la curación llevan a la estigmatización y luego la persona se termina viviendo en función de la etiqueta y deja de ser una persona. Vanas tiene una frase muy bonita que dice, “Si una planta se estuviera marchitando, no la diagnosticamos con el síndrome de la planta marchita, sino que cambiamos sus condiciones, la movemos de lugar, le echamos más agüita, le ponemos azúquitar o todas esas soluciones que están en las redes.” Y dice Sanasan, “Sin embargo, cuando los humanos sufrimos condiciones insoportables, se nos dice que algo anda mal en nosotros.” Esta es la individualización de de la psicopatología que hoy en día está siendo cuestionada y tendríamos que cambiar este modelo. Y conste, no lo digo yo, lo dice en este caso, pues hay varios artículos, la ONS misma, incluso el documento por el cual se cambia la ley de salud mental en México, la Ley federal, la ley general de salud mental en México lo dice claramente. modelo tradicional de confinamiento y medicalización no cura. Los hospitales psiquiátricos no curaban. Lo único que hacían es adormecer los síntomas, pero los efectos justamente de todo lo que venía después, pues no generaban un beneficio. Había mucho regreso a los hospitales psiquiátricos porque el modelo era incompleto. Y en este caso entonces es algo que llamamos el giro terapéutico de la atención al proceso. Como dice Denmar, requiere ser parte de políticas institucionales de salud y consta de la inclusión social, de la desestigmatización que acarrea el diagnóstico y el empoderamiento de la persona vulnerable. Hacia allá es hacia donde estamos cambiando los servicios de salud mental en el mundo, no solamente en México. Ya hay experiencias muy interesantes en Brasil y España. Ya en Canadá están trabajando sobre eso. Por eso de repente cuando se da la noticia aquí en México de que se van a cerrar los psiquiátricos, pues efectivamente si la información clara de por qué y cuál era la lógica, pues por supuesto efectivamente inmediatamente surgió pues un temor no justificado. Claro, este proceso debe ser gradual y debe de ser bien abordado por parte del sistema de salud, pero eso pues ya es otro problema, ¿no? Y entonces aquí, como nos dice Vanos, vamos a modificar el enfoque del qué para pasar a un como donde el tratamiento se considera todo un ritual que modifique integralmente la vida de la persona, que es básicamente lo que también debería de suceder, por ejemplo, con el con cualquier otro padecimiento, con el cáncer, con un padecimiento, por ejemplo, cerebral, una isquemia, un eh stroke, como le llaman. eh de repente tener algún problema cerebral. Todo eso implicaría no solamente darte el tratamiento de manera médica, sino también implica cambiar las condiciones de vida, mejorar y aumentar los sistemas de apoyo social para que tu integración a la comunidad sea mejor, porque eso parece que es realmente el problema, no tanto el diagnóstico, sino después lo que vendrá. Y entonces desde aquí el síntoma psicológico deja de tener peso para considerar la situación como un todo siendo ahora la pauta para atender el proceso y no los efectos. Es interesante cuando ahora lo pensamos así, ya no vamos a atender los efectos, ahora lo que hay que atender es el proceso que te lleva justamente a esta condición. Y entonces, como dice Silva Cortezo y Lucy, los brasileños están muy avanzados ahorita en esto. Hay una sustitución progresiva del modelo psiquiátrico del asilo por un modelo de participación comunitaria, buscando comprometer al paciente, a la familia y a los profesionales de salud y las instituciones. Ya hay experiencias en ese sentido. Ahorita les comento los experimentos de Masaguia, pero en este caso este modelo de participación comunitaria ya el enfermo y entre comillas lo debía haber puesto, el enfermo deja de ser un portador de un trastorno mental y se convierte en un agente más de la sociedad con interacción y necesidad de reintegración. ¿Saben qué me pasa mucho? Que de repente entre mis alumnos ya muchos vienen, es que tengo TDA, perdón, es que no le pude entregar la tarea porque tengo TDA. Y no, primero el TDA como categoría diagnóstica es bastante debatible. Yo la pondría mucho en No me voy a meter, eso ya sería otra plática diferente, pero hay mucha evidencia que muestra que en realidad el TDA no existe como una categoría diagnóstica, sino que es más categoría productivista, ¿no? Y también alentada mucho pues por el TikTok, por la forma como los medios de comunicación hoy en día nos hacen generar todo de manera muy rápida. Pero de repente cuando llega el alumno y me dice, “Es que tengo TDA.” y empezamos a platicar y a ver sus condiciones, nos empezamos a dar cuenta que no, que más bien debería de quitarse la etiqueta y lo que tendría que hacer es trabajar y esforzarse y evidentemente tendría que haber todo un sistema de tutoría alrededor de él para ayudarlo que se integre más y se quite la etiqueta, porque la etiqueta, lejos de ayudarle le ha servido para la estigmatización positiva o negativa, porque también de repente con la misma etiqueta la familia a veces puede hacer mal uso de ella y de decir, “Ah, pues tiene de pobre pobrecito de ti, pues no nos sirviste tanto, nos saliste medio malito. Y entonces también la violencia familiar puede favorecerse cuando de repente te estás viviendo con la etiqueta. Entonces ahorita lo que estamos buscando y es algo lo que yo directamente ya mucho trabajo con mis pacientes es trabajar para eliminar la etiqueta y para decir tú eres una persona, una persona como todos nosotros y sobre eso entonces vamos a desarrollar qué es lo que podemos hacer para que mejores como persona. Y esto se le llama como la cura social. Rehabilitar desde la inclusión social significa también fortalecer y garantizar el acceso al derecho de ciudadanía, al ejercicio progresivo de estos derechos y a la capacidad de promoverlos y reconocerlos. Y esta cura social, por ejemplo, como lo propone Evanos, dice, debe atender a que la salud no es la meta, sino el medio para que el paciente encuentre colectivamente el encuentro con objetivos significativos de vida. Entonces, no sé si lo ven desde esta perspectiva, es una idea hasta bonita. Es una idea hermosa, una idea bella, porque entonces esta persona que entra en un sufrimiento mental, por ejemplo, ahí sí no podemos negarlo, entra en un sufrimiento mental por lo que sea, entonces nos involucra ahora a todos, a la familia, a la comunidad, a las instituciones sociales y tendríamos entonces que partir de un carácter político y ético del reconocimiento del otro y la solidaridad en un concepto de ciudadanía donde se integre la comunidad como un yo. ¿Saben? ¿En qué culturas esto funcionó? Muy bien. En culturas colectivistas, por ejemplo, en Alemania, en China, porque, por ejemplo, cuando vino esto del COVID, como son culturas más colectivistas, la forma de abordar, por ejemplo, este tipo de emergencias limitó mucho los daños porque los apoyos sociales estaban ahí. Entonces, ya no es chin en la torre. ¿Y ahora cómo voy a hacer para conseguir de repente el oxígeno? Y ahí voy viendo a ver si tengo la lana para ver si puedo comprar a alguien para conseguir el oxígeno y a ver si puedo ver si tengo la lana para meterlo en un hospital. No, ya hay todo un sistema social alrededor que vaya amortiguando todos estos efectos. Puede ser que la patología sea real, pero aún cuando la patología sea real, si hay sistemas sociales de amortiguamiento, las problemáticas se ven minimizadas. Y este es justamente a lo que se apela al sentido de ciudadanía y colectividad. Y les daba yo el ejemplo de el ejemplo real de los experimentos de Basaglia. No se los voy a dar muy extenso porque ya se me acaba el tiempo, pero hacía grandes rasgos. Un grupo de personas con esquizofrenia se les lleva a un sistema de medio confinamiento. No es asilar, no vivían ahí, sino es un sistema similar, por ejemplo, a los que tienen, por ejemplo, en comunidades con lepra. Hay un lugar donde repente pueden llegar y pueden salir en cuanto quieran y ahí en ese lugar van desarrollando las habilidades de integración para después conforme van saliendo inmediatamente entonces les favorece esa integración a la social. Entonces trabajaban terapéuticamente con estas personas que tenían las alucinaciones para decirle, “Mira, quiero que te des cuenta que estas alucinaciones no vienen de fuera, sino vienen de ti mismo. Son como los pensamientos que nosotros tenemos las personas que no tenemos alucinaciones, que de repente ahorita estaré pensando, mm, estaré dando bien la conferencia, la estaré dando mal.” Una persona, por ejemplo, con una esquizofrenia, a lo mejor escuchará lo mismo, pero en vez de considerarlo como una voz interna, la escuchará como una voz externa. Pero no es una voz que me domina, es lo mismo que me pasa a mí cuando de repente digo, “Hm, estaré dando bien la conferencia.” Es exactamente lo mismo. La única diferencia es la atribución hacia afuera o hacia adentro que tengo de esto. Por eso, en este caso, entonces trabajaron con ellos y efectivamente empezaron a resignificar que esas voces no eran externas sino internas. Y por lo tanto, vean el ejemplo de la película de mente brillante, cuando de repente John Nash se da cuenta que efectivamente sus alucinaciones vienen de fuera y no son reales, perdón, son de son propias alucinaciones y no son reales. Entonces, la forma como se relaciona con ella se vuelve diferente. Es una película muy bonita porque nos muestra justamente de que condiciones como la esquizofrenia no te se te debiera considerar como un enfermo, sino más bien con una persona con una condición diferente. Así los derechos humanos a manera internacional está categorizando ahora este tipo de de personas. No es una enfermedad, no es una patología, es una persona con una condición diferente y que por lo tanto tendríamos que ver cuáles son las condiciones también de nosotros favorecer esta integración y esto nos lleva justamente a la resiliencia colectiva que tendría que ser un proceso de identificación más colectivo, que tendríamos que trabajar hacia ello. En México somos, por lo menos en los ámbitos urbanos, somos una sociedad muy individualista. Se los puedo decir porque yo me casé con una mujer rusa. Mi esposa es rusa y ahora que voy conociendo más a Rusia, voy viendo que es una cultura colectivista. Como los alemanes, como los chinos, como la mayoría del mundo en la historia de la humanidad, siempre han sido culturas colectivistas. Las sociedades individualistas son recientes y mínimas en comparación, solamente que lo tenemos muy naturalizado, pero son recientes eh si lo ponemos en perspectiva con la historia de la humanidad. Entonces, ¿por qué no regresamos estas sociedades colectivistas que tenían una lógica que me parece que era muy interesante y que tendríamos que debatir sus sus ventajas? Y con esta idea me parece que ya voy a empezar a cerrar. Esto ya es un cambio de paradigma en México, no lo digo yo. La Organización Mundial de la Salud lo ha estado buscando y lo ha estado impulsando desde el 2007 y se ha iniciado este proceso que desde el 2022, el 16 de mayo, se cambió la Ley General de Salud justamente para implementar este tipo de reglas y normas. Los cambios han sido muy lentos, la comunidad en salud mental se ha resistido bastante a hacer estos cambios, pero en realidad hacia allá tendríamos que que moverlo. Como dice la Secretaría de Salud en 2019, el modelo asilar no curaba, estigmatizaba, desvinculaba de la comunidad, ampliaba la brecha entre salud general y salud mental y las estadías se volvían cada vez más prolongadas. Entonces, lo que teníamos que generar es un sistema más bien que ya no sea trabajarlo directamente en un modelo asilar, sino en un modelo comunitario. Y con esto llego ahora sí a las reflexiones finales. Espero que sea de utilidad y de de ayuda esto que estoy comentando, porque a lo mejor ustedes conocen a alguien que tenga se le haya diagnosticado con una enfermedad mental y probablemente no se den cuenta que la forma de intervenir con esa persona no ser a través de un medicamento ni tampoco de una terapia psicológica. sino que probablemente tendría que ser más allá. Y está la propuesta para una sociedad de postpandemia donde les decía que hay eh eventos exitosos de atención pública en China, en Alemania, que justamente fuera del enfoque individualista, más con un enfoque colectivista, pudieron prepararse mejor para este tipo de eventos críticos. Se sabe que va a haber una nueva pandemia, entonces tendríamos que cambiar también nuestro sistema de salud para esperar justamente este tipo de eventos desde una perspectiva más colectivista. Y por lo tanto, lo que se propone es politizar la salud mental. La salud mental entenderlo como un problema de polis y por polis no lo hablo de partido político, sino de polilis, de colectividad. Los griegos cuando trabajan la poliis se dan cuenta justamente que es la colectividad la que les va a permitir en este caso desarrollar mejores condiciones para la individualidad. En ese sentido, debe ser una estrategia donde de repente la aproximación de los derechos humanos y la salud mental se integre en las dimensiones históricas y sociopolíticas, evitando la revictimización de los pacientes como únicos responsables de la salud mental y por lo tanto entonces proveer una resiliencia colectiva para enfrentar estos desafíos. De repente me dicen, “Ay, pero es que esto en México es muy difícil, profe, no invente, ¿no? ¿Qué creen? En los 60 en México teníamos un sistema de salud más colectivista, el Instituto Mexicano de Salud Social, el Iste, teníamos el Fonacó, teníamos una serie de instituciones colectivistas que favorecían esto. En los 80 llega el neoliberalismo y empieza poco a poco a desmantelarlas. probablemente tendríamos que llegar a este tipo de sistemas donde efectivamente otra vez haya sistemas de bienestar social mucho más amplios para favorecer este sentido de la de la politización de la salud mental. Y no tiene que ver con izquierdas o derechas, tiene que ver básicamente con la idea de que en el fondo nos conviene nos conviene de repente ayudarnos cuando lo necesitamos. No lo hago por mí, sino lo hago por el otro, pero también lo hago por el otro, porque gracias a eso, eso va a traer que después yo entonces pueda ser atendido. Y en este sentido también es una forma de egoísmo si lo piensan desde esta perspectiva, porque lo hago por mí, porque en algún momento cuando lo ayuda al otro, ese otro va a regresar conmigo a ayudarme. Y bueno, me quedo aquí porque evidentemente hay mucho que comentar, pero básicamente cerraría con esta idea. Hoy en día cuestionamos la salud mental como una categoría a partir de los diagnósticos. Tengan mucho cuidado con ello, usen la información, infórmense seriamente y aquella persona que ahorita se sienta inconforme y que de repente sienta que necesita atención, primero busque ayuda con su núcleo familiar, después busque ayuda con su núcleo comunitario, después ahora sí busque ayuda a nivel institucional, acérquese a profesionales de la salud, pero también entienda que esto no es un proceso suyo, un proceso individual. Tienen que participar todos los que están a su alrededor y eso vendrá en un mejor beneficio y ahora sí en una mejor salud para todos. Muchas gracias. Muchas gracias, doctor, eh por su participación y las reflexiones que pues hoy nos recuerdan. Denme un momento. Listo, ya regreso. Creo que tiene el mute. Apreté el botón equivocado. Muchas gracias por su participación, doctor. Bueno, pues a continuación daré lectura a algunos de los comentarios y preguntas que nos han hecho llegar a través de el chat de YouTube. Eh, nos dice Margarita, “¿Cómo podemos diferenciar un problema de salud mental de una discapacidad intelectual? Ese también es un debate muy interesante. Parece que las discapacidades intelectuales en este caso son más bien en función de los que se supone que nosotros tenemos el criterio de lo que es normal y lo que es normal. Un poquito como se dice en este famoso dicho, ¿no? En tierra de ciegos el tuerto es rey. Hay un texto muy bonito de Bogman y Taylor, un texto clásico donde dan el testimonio de una persona con supuesta discapacidad mental. Y es una carta que él escribe y nos damos cuenta que esta persona en realidad se vive normal. Dice, “¿Por qué me tratan ustedes diferente?” Ya cuando llegué con el psicólogo ya sabía lo que tenía, ya sabía cómo tratarme. Muy amable psicólogo, pero ya sabía que para él soy inferior. Luego llego con una mujer que me gusta y de repente mi mamá me trataba como, “No, es que esas mujeres no son para ti porque tú no tienes la capacidad mental.” Entonces, con el tiempo se empieza a dar cuenta y decir, “¿Por qué son ustedes los que me segregan?” Sí. Sí, sí sé que soy lento, sí sé que aprendo más lento que ustedes, pero en el fondo soy como ustedes. Entonces, en este caso, eh hoy en día también la condición de valorar, por ejemplo, la inteligencia ya no lo estamos haciendo tan claramente porque es una medida bastante eh, digamos meritocrática, productivista. Y por ejemplo, cuando un experimento real que se hizo en España, se midió el coeficiente intelectual de personas blancas y personas afrodescendientes y resulta que los afrodescendientes salieron menos inteligentes. ¿Era cierto? No, simple y sencillamente los afrodescendientes tenían otro tipo de cultura, otro tipo de habilidades, otro tipo de lógicas. Entonces parece, acercándonos más a la teoría de Bigotski, que en realidad el desarrollo no tiene que ver con algo universal, sino que es contextual. Un chico de Ecatepec generará habilidades diferentes que un chico de Coyacán y un chico, por ejemplo, de Ciudadesa y un chico de Oaxaca. Y esto no quiere decir que sean menores o peores, serán diferentes porque los contextos son diferentes. Entonces, yo hoy en día, y con eso cierro, yo hoy en día podría mucho en cuestionamiento a estas etiquetas de discapacidad mental. Más bien somos nosotros quienes lo segregamos, quienes eh establecemos eso. Es un discurso muy adultocéntrico, muy productivicéntrico, meritocrático y probablemente ahora lo que se tenga que hacer es ver las maneras como integrar esa persona y quitarle esa etiqueta. Muchas gracias. Otra pregunta nos dicen, “¿Qué estrategias participativas ayudan a que una comunidad se involucre en su propio cuidado emocional?” Primero, construir redes de apoyos. Eso es lo lo primordial. Eso toma tiempo, pero es maravilloso. Les voy a dar el ejemplo real de la Facultad de Psicología. se fueron a la colonia Ruiz Cortínez, detectaron un problema muy serio de violencia de género y entonces empezaron a trabajar comunitariamente con ellos, por ejemplo, porque efectivamente pues los hombres llegaban y golpeaban a sus mujeres, llegaban borrachos, etcétera, etcétera. Resulta que entonces en el momento que empiezan a generar redes de apoyo, es algo muy interesante. Generalmente el hombre que violenta a la mujer es un cobarde porque lo hace con quien puede, no lo hace con quien no puede. Entonces, en el momento que empiezas a generar redes de apoyo y ves que la mujer ya no está sola, sino que tiene alrededor todo un grupo social que le apoya y que le da beneficios y de repente apoyo si lo necesitara, inmediatamente entonces la violencia de género en esa colonia bajó drásticamente. ¿Por qué? Porque entonces te empiezas a dar cuenta que estas redes colectivas y de apoyo son lo suficientemente fuertes. Yo me ha tocado atender varios casos, brevemente el caso de una mujer que de repente apareció a mi consulta con una herida aquí en el cuello y le digo, “¿Qué te pasó?” Es que mi pareja agarró, me aventó un long plate, estos grandotes, y me cortó aquí y luego me aventó la la este la puerta en la cabeza y me pegó aquí, etcétera, etcétera. Y ahí sí ya de repente dices, “Ya no puedes, ya no voy a trabajar contigo terapéuticamente. Ahora lo que voy a hacer es trabajar con tu familia para que te ayude, te dé soporte y te dé apoyo porque además estás en riesgo. los feminicidios es un hecho muy grave y muy lamentable y tendríamos que identificar inmediatamente esos datos de que la mujer está gravmente en riesgo. Entonces, ya no se atiende terapéuticamente como psicólogo, sino que se crea una red de apoyo a su alrededor para que entonces se le ponga en una situación de seguridad. Cierro con esto. La mujer salió de ese ámbito de violencia, ya vive una vida diferente, ya tiene otra pareja, salió de una posible de un posible feminicidio. Okay, muchas gracias. Bueno, pues por cuestiones de tiempo, eh, solamente diré esta última pregunta que nos hacen. Guadalupe Barajas, ¿qué libro nos recomienda para ayudar a nuestros jóvenes de casa a sentirse aceptados por la sociedad o familia? Hay uno muy bueno, por ejemplo, para los que de repente les van a dar medicamentos tipo TD, por TDA, por antidepresivos, porque hoy en día está muy popularizado eso y no lo alcancé a decir. Cuidado, mucho de repente de lo que el médico hoy en día receta antidepresivos y ansiolíticos no es por una condición médica, es por una condición económica. Ahí hay un gran negocio detrás de este tipo de medicamentos, porque no es como tomarte un medicamento para la fiebre, sino es un medicamento que te va a quedar por 1 2 3 cu o hasta 20 años. Entonces, ahí hay un negocio gigantesco que de repente alguien va a hacer en este caso. Entonces les recomiendo el libro Hablando Claro de Johanna Moncrev. Lo pueden buscar ahí hablando. Claro, es un libro me parece muy muy bonito. Y también volviendo a la normalidad, los dos son libros de terapeutas, una es neurocientífica y el otro es un terapeuta español, volviendo a la normalidad de Marino Pérez, donde de repente dan elementos y dan herramientas muy interesantes para que vaya entendiéndose un poquito cómo este tipo de abordajes medicalistas no están generando realmente una un proceso de desarrollo en el sujeto. más en el individuo adolescente y una vez que de repente se trabaja desde esta otra perspectiva, sí salen adelante, si de repente los puedes sacar adelante. Yo también tengo muchos casos en ese sentido que los sacas adelante y que no fue necesario que se les diera medicación ni que se les diera terapia necesariamente, sino que el trabajo también tenía que ver el involucramiento de todos nosotros, por supuesto con educación. Esa es otra parte importante, se le debe de educar a la familia, se le debe de educar a la a la sociedad y hay que asesorarse en ese sentido. Entonces, esos dos libros, volviendo a la normalidad y de Pérez y hablando claro de Joana Moncrif. Muchas gracias, doctor. Bueno, pues tenemos muchos comentarios de que fue una excelente ponencia. La agradecemos mucho y eh bueno, pues antes de concluir eh les recordamos que en el chat ya se encuentra disponible la liga de registro a través de la cual podrán obtener su constancia de esta participación de esta masterclass. Eh, además los invitamos a conocer y participar en los distintos programas que ofrece la VL en los que se encuentran educación financiera, creciendo con el puerto de Liverpool, Bienestar, regularizarte, escuela para padres y espacio docente 360. Doctor, una vez más, muchísimas gracias por su participación. ¿Le gustaría compartir algún comentario final antes de concluir? Sí, la salud mental es colectiva. Si alguno de ustedes necesita y busca ayuda, búsquela. Pero no solamente en un profesional, también busque ayuda con sus seres queridos. Y pues un gusto. Muchas gracias, doctor. Y a nombre de todo el equipo agradezco a cada uno de ustedes por habernos acompañado el día de hoy. Espero que esta sesión haya sido enriquecedora y los esperamos a seguir participando en nuestras siguientes actividades. Que tengan un excelente día y hasta la próxima.
Esta ponencia propone un análisis crítico del paradigma tradicional que concibe la salud mental como una esfera exclusivamente individual. Se argumenta que el bienestar psicológico está intrínsecamente ligado a factores socioeconómicos, políticos y culturales, y que su abordaje requiere una perspectiva colectiva y multisectorial.
1 Comment
Excelente! Felicidades doctor su diccion es muy buena hace más comprensible el tema